Nombre del proyecto

CONFÍN

TAC! Festival de Arquitectura Urbana

Tipo



Premio

Proyecto Seleccionado para Exposición en MUGAK BIENAL

Localización

Donostia- San Sebastián


Fecha

Mayo 2023


Colaboradores

Nora Varela, María Eugui


CONFÍN_punto más lejano que se alcanza con la vista.

El pabellón CONFÍN, un instrumento audiovisual. Una escultura cinética formada por trozos de cinta de balizar. Una instalación basada en objetos de la vida real y patrones hipnóticos. La pieza descontextualiza un elemento urbano cotidiano utilizado para controlar y condicionar el movimiento de las personas. Siempre cambiante en su forma, abierto a múltiples usos, por la que los visitantes pueden desplazarse, promoviendo la versatilidad y metamorfosis del lugar, sin la necesidad de interacciones complejas, la simplicidad de la pieza arraiga con ella la posibilidad de permutar el límite frágil que la define. Dentro de la pieza, el elemento repetido lleva al espectador a un estado transitorio de desorientación. Los trozos de cinta se balancean al unísono con el viento, creando un movimiento ondulatorio en toda la composición y generando un paisaje sonoro intenso y aleatorio.

En contra del estereotipo del artista-genio, de la mística de la inspiración, las obras de arte son fruto de la investigación, del trabajo, de la reflexión, de la búsqueda de soluciones del mundo contemporáneo. El arte es una forma de conocimiento y, como tal, se rige por motivaciones que abarcan algo más que la sublimación de las emociones.

La sociedad se enfrenta a una alteración ecológica a escala global de magnitudes inciertas. La problemática del “agujero de la capa de ozono”, el incremento de gases de efecto invernadero, la pérdida de biodiversidad masiva en algunas zonas, el agotamiento de recursos naturales y energéticos no renovables, la contaminación del suelo, del agua y del aire son evidencias científicamente constatables. Problemáticas que afectan a todo el planeta y a todo ser vivo que lo habita, incluyendo a los humanos. La contaminación no es ya sólo un problema “ambiental”, sino el mayor reto de la salud pública en el siglo XXI.

De ahí que, es nuestra responsabilidad, como arquitectos, detener, o al menos disminuir el deterioro ambiental. El sector de la construcción es responsable de 39% de emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía y los procesos. Este alto porcentaje se debe a las acciones en la obra, el transporte y la fabricación de materiales de construcción. Disminuir este porcentaje de contaminación no está siendo una tarea fácil, por ello, como una solución inicial, que dé inicio al cambio, nuestra propuesta pone sobre la mesa, el poder de la 3R-s, como lenguaje proyectual. Reducir el uso de materiales para instalaciones temporales, reutilizar elementos utilizados en la ejecución de obras arquitectónicas y reciclar para fomentar ciclos de vida más extendidos en el uso de materiales. En síntesis, promover nuevas dinámicas, materializar, un círculo del cambio.